miércoles, 5 de enero de 2011

Adiós van bele_nenes y re_yeyes.



Ciencia, conciencia y sin ella (sin ella que mal de mi, porque a ella...)


No más de 100 años desde que el conflicto mundial o primera gran guerra sembraba de de muerte el continente europeo. No fueron estos los peor parados.
Americaslatinas, Áfricas, etcéteras, expoliadas, para multiplicar el número de castillos y palacetes propios de  los mejor adaptados. A su alrededor muchos millones de pobres, en tierras siempre marginales respecto a los feu_conducados, marquesados, reinos etc.


Es sabido que las banderas blancas ondean inmáculas poco tiempo y para mantenerlas en estado pulcro hay que preservarlas de atmósferas contaminadas, dentro de urnas u otros recipientes apropiados a dicho efecto. Dado que a doña Justa le vendan los ojos y la artrosis hace lo propio con sus huesos, no faltarán nunca esos amantes de las religiones todas y cualsequiera, hoy llamados embudistas, que jugarán al quitapón o metesaca con las cestitas de su balanza .


Así, fortuna de 10 en Europa supuso miseria de 500, ó 5000 en ultramar, más menos. Visto que  las envidias y codicias primas hermanas aumentaban en primer termino y lugar, el segundo era medrado por añadidura.


-¡Hágase la guerra! Y esta fue servida. Decir ser_vida para tanta muerte suena cuando menos, contradictorio.
De ahí a esa paz que nunca llega simultáneamente hasta todos los lugares del orbe, mientras haya individuos o mal llamados indebidos, sujetos de y a las desigualdades sean estas "sociales que sucia_lex".
Un telediario y caemos en la crisis del 29, paro, mucho paro obrero.


Aquí surge el ministro de trabajos por excelencia, Adolf Hitler, empleando a propios y a judíos, para forzar movimiento, antítesis de paro. Al hombre se le va la mano en sus afanes de co_loca_acción, y de vuelta a la guerra .
Han transcurrido ya unos 35 desde los 100 donde habíamos empezado. Pronto llegaremos nosotros los que hoy contamos alrededor de 50, 20 más o menos, todavía nos huelen los bolsillos a la pólvora de los petardos que nos acompañaban en días señalados y a la tierra que traían las canicas picadas cuando alguna lográbamos retornar al bolsillo, aunque cada cual con sus recuerdos.

Creo que puedo mirar de frente, o al menos a media altura aquellos cien años de Macondo y Buendías, otroras Úrsulas y soledades.
En términos relativos, un solo segundo  supone 221 años para el conjunto de la humanidad, por lo que al margen de los insectos que nos superan en número y volatilidad, la comunidad humana en un sólo día vive millones de años, que por otro lado no sirven para siquiera erradicar pobreza y miseria de quienes aquí moramos, luego muramos o nos mueran.

¿Qué nos queda? 100 años después de esta 1º gran guerra, que para la vida de la tierra han supuesto mayor desgaste que miles anteriores dado el impacto que los humanos ejercemos sobre "madre_tierra", desangrándola,
infectando la atmósfera, océanos, ríos fuentes y la dediós.


Afirman que olvidar la historia nos condenará a repetirla y así de los mitos griegos, por ejemplo, pasamos a los mis_tus actuales; mis derechos tus obligaciones, mis privilegios tus sacrificios, por los siglos que son ciclos.


Al fín vuelven reyes y el desmonte de belenes,, al fondo del barrio se adivina una cuesta que asemeja infinita. Bajo a la calle buscando con quien jugar una partida a las canicas, con ánimo de activar estos dos petardos que me queman la imaginación y en el bolsillo, a ver si logro espabilarme y espantar algún que otro gato con ropas.