viernes, 9 de marzo de 2018

El hombre más viejo del mundo, quiere subir al tren.

El demonio que sabe más por viejo que por maloso.
  
   # Guai y revoltoso, Gracioso, para abreviar #



                                                                                                                                                         El sujeto Gracioso
He conseguido ser el más viejo de todos los presentadores de televisión habidos y por llegar. Acumulo la suma de edad del conjunto de mis espectadores, bien a través del estudio amén de los millares que por la tele me siguen mientras por las calle otros muchos me persiguen, agarrados a paraguas y objetos arrojables, ya sea un garrote, que huevo, tomate...la de Dios.

 Mis historias viajan con mis fans, recorriendo el mundo a todas horas de punto cardinal a su opuesto y viceversa. Si un tipiño parte de Santiago para Noia y que a la vez es mi público, yo me pongo en carretera. Si para en un bar y toma un café, me quita el sueño y si se le da por pasarse en copas, me emborracho sin necesidad de mojar los labios.

Cualquier otro fan mío desde pongamos, no más que diez años hace y por suponer ha viajado a Pernambuco, recorrido la Patagonia, yo puedo, ego puedo prometer y prometo que he aprendido mundo a través de sus ojos. De Ahí para la Saudita Arabia,  mil noches y una más, pasaré con dos vecinos de Ribadumia que a esta hora aterrizan en Omán, recorreré las arenas montando camélidos y aseguro que allá lejos en el firmamento seré soñado por mis gentes desde las lejanas estrellas.


                                                                                                                                               Nº 1 en pasatiempos

¡Galicia tierra mía! de acogedoras ciudades, nobles aldeas villas y pueblos ¡ Galicia! de montes, ríos, costas y valles, de toda esa gente que me guarda en su memoria, suman a mi haber millones de años. Aproximadamente cumplo cinco millones más cada 30 de enero, mientras tú, vas cumpliendo los tuyos para engrosar mi cuenta.


El hombre que lleva a su pesar la suma de las edades de todos sus seguidores. ¡Diablos! Con un personaje así puede el tren de los sueños llegar a descarrilar. ¡Recemos para que no pase!