Un avión puede perderlo cualquiera, aunque hay quién lo hace con estilo.

 

                                   

29 octubre, el martes negro - Una D.A.N.A. arrasa Valencia y ataca otras poblaciones aledañas

La tragedia se cierne sobre el Levante español. Cuando nada se puede hacer por revertir el grueso de la situación, se intentan despejar incógnitas fijando en negro sobre blanco a responsables directos en la gestión de alerta y prevención de riesgo a la población civil.

Desde todos los ángulos se enfocan las diversas puntas de lanza en administraciones y organismos involucrados en la deficiente gestión de emergencias medioambientales.

La tragedia alcanza dimensiones catastróficas, más de doscientos fallecidos, gente desaparecida y cientos de miles de damnificados. El aluvión de daños materiales asemeja un tsunami por dimensión y alcance destructivo.

A punto de cumplirse un mes de la fatídica hora, recuperamos en unas pinceladas, momentos significativos relativos a responsables directos que se han visto en el barro.

La cabeza del  concurso de sujetos desastrosos desde el minuto 0 y hasta nueva orden, recae sobre Carlos Mazón. Memes de todos los horrores y dolores posibles, dibujan al aún presidente de la Generalitat Valenciana.

Y aquellos polvos trajeron estos lodos, según el refranero

El hombre se envalentona sacando pecho a relucir.

Recién llega al cargo, Mazón disuelve la 

UNIDAD VALENCIANA DE EMERGENCIAS

La magnitud de la tragedia alcanza cotas internacionales. En la pelea del siglo, se recurre a sustantivos rescatados del desastre para jalear a los contrincantes.

El hombre acorralado, decide tirar por la tangente*

(Tanta gente sufriendo).*

Estaba escrito, don Vicente lo tuvo claro 122 años antes.
Estos crápulas reinterpretan dos canallescos
personajes de tan afamada obra.