viernes, 26 de febrero de 2010

Camarero

Mucho antes que cantante,
futbolista, marino, ingeniero,
mucho antes...

Que poeta ni torero,
escultor , navegante,
presidente o  pendenciero,
mucho antes...

Me hubiese gustado sí,
ser camarero.
Y a las cinco de la tarde,
a unas reinas de Inglaterra,
de uniforme y blanco guante,
dispensarles té humeante.

A las ocho ya con noche,
recibir al jornalero, oliendo a aceituna,
brindarle manzanilla y su tapita,
hablarle sin rodeos.
-¿Que me trae hoy el maestro?
-Unas fabes, son de pueblo.

Al ama de casa con su compra en el carrito,
prepararle un cafelito,
su mesita decorarle con florero,
acercarle la prensa y  servilletero.

Regalarle la sonrisa a los chiquitos del pueblo,
-¿Me pone un vaso de agua señor?
Y encantado de servirles caer dejo,
ya no el agua sino que alguna gracia,
-¡Vasito de agua limpia, servidito con esmero!

Y por eso que mucho antes que tunante,
profesor, politiquero,
abogado ni banquero,
quise ser recordado como afable camarero.

No hay comentarios: