¡Imbéciles!, sonreía mientras la puerta se cerraba, y otro cliente creía haberse hecho las américas. Cierto que ni el dependiente sabía para que servía aquel cachibache, tampoco como acababa siempre envuelto de las formas mas variopintas; con único destino: contenedores de basura. Por su parte el objeto conservaba claro respeto del público.
El adorno acaparaba los mas diversos adjetivos, inicialmente admirables, a los pocos dias parecía volverse indiferente mimetizandose entre cualquier ambiente.
Finalmente las voces hacia él tornabanse peyorátivas hasta llegar ese advervio: ¡Fuera!
El adorno acaparaba los mas diversos adjetivos, inicialmente admirables, a los pocos dias parecía volverse indiferente mimetizandose entre cualquier ambiente.
Finalmente las voces hacia él tornabanse peyorátivas hasta llegar ese advervio: ¡Fuera!
No hay comentarios:
Publicar un comentario