donde se habrá de ver
declarar al presidente
perseguido por un juez.
Parece que una mujer
con aires grandilocuentes
queriendo ser alcaldesa,
marquesa o no sé yo que,
se fue a tomar un café.
Sentada en la plaza esa
entre esperpentos y fuentes
aguardientes tomaba ella
gastaba propia Botella.
Y no me apego del trago
- pensaba- mujer y triste,
que si no me dan el cargo
agarrarme al fondo buitre.
¡ Almendras, hay aceitunas !
¡ Ningún neno que nena
quede en ayunas !
Ni prócer en pedestal,
ni cura recauchutado,
no me parece normal
un calvo tan despeinado.
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