Estación títere.

Pesados recuerdos me asaltan,
insensatez, premura, y ahora,
cabalgo errante mi montura,
melancólico, solitario.

La llama que alimentaba el deseó,
desfalleció ante tu espléndida figura,
dueña de sentimientos y destino,
de gratos recuerdos cuantas veces,
mas de amargas esperanzas tantas otras.

Tu luz percibo fugaz,
niebla helada recorre mi espalda,
sombríos días de pena,
la muerte triste me halla.

Jinetes de luz,
os lleváis al payaso,
rabia, tristeza,
en mí el desconsuelo,
tórnase mortífera daga.

¡Maldita esa noche de los tiempos!,
¡cruel! en que el amor me arrancas,
el cielo doy por perdido,
ya no te quiero mi reina,
ya no te siento, amada.