moverse sobre la arena,
mírala fresca, soberbia,
mimosa, musa, maestra,
muñeca, mujer de azúcar.
maja que al viento enfrías,
si un beso arrancarte logra.
Mueve la mano reina,
la barcaza se desmorona,
tus brazos balancean con aire de regocijo,
mientras aroma exhalas,
mientras recoges limbo...
Lozana cuando paseas,
la luna te ha hecho un guiño,
florida muy coqueta,
acudes a su encuentro,
en horizontes perdidos.
Os amáis hasta el alba,
furioso el nuevo sol,
celoso por tal romance,
perseguirá incesante,
tan ajetreado amorío.
Soberana entre princesas,
amante que todo dios ha pretendido,
raro es el marino, que ebrio por tu belleza,
no presuma, haber mantenido,
en una cala, allá al olvido,
un romance de epopeya,
y que su piel hayas curtido,
tatuando en su espalda,
un corazón aguerrido.
Humillada por tanta ofensa,
contaminada, ultrajada hasta la saciedad,
enojada te levantas,
y sin reparo dejar,
inocentes que verdugos,
igual destino hallarán.
Años y siglos no consiguen fatigar,
ese incesante canto...
Castigada por rebelde,
musa que no quisiste entregar,
tu amor a un rey tirano,
tu amor de madre, Mar...
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